Aunque las probabilidades de
que un hombre padezca de impotencia aumentan con la edad, no siempre es una
condición inevitable. Con frecuencia se debe al estilo de vida y a hábitos poco
saludables, y a veces basta modificarlos para prevenir o aplazar su aparición.
Y para eso no hace falta ni una receta ni tomar medicamentos.
El Como Mantener La Ereccion es
un problema frecuente que afecta a muchos hombres, pero un estudio australiano
reciente demuestra que, en ciertos casos, no hay necesidad de utilizar
medicamentos para superarla. En realidad, todos los hombres en algún momento,
pueden tener dificultades temporales para lograr una erección, sobre todo si están cansados, tienen mucho estrés o se encuentran bajos
los efectos del alcohol.
Aunque ir avanzando en edad es
sin duda un factor determinante en el desarrollo de la disfunción eréctil (o
impotencia), hay otros factores que pueden tener tanta o más importancia en su
desarrollo. Como muchos hombres mantienen su función eréctil hasta una edad muy
avanzada, es poco probable que la edad por sí sola sea la causa principal del
problema. Hay muchos factores tanto físicos como psicológicos que pueden causar
impotencia, y ésta a veces es una señal de alarma de
afecciones cardíacas subyacentes.
También es frecuente que las
dificultades al lograr y mantener la erección estén relacionadas con un estilo
de vida poco saludable. En este caso, la receta para curarla no es necesariamente
usar medicamentos, sino cambiar la alimentación, llevar una dieta sana, beber
menos alcohol, no fumar, aumentar la actividad física y dormir mejor.
Según el Dr. Gary Wittert,
profesor y director del Centro de Salud de los Hombres de la Freemasons Foundation de
la Universidad de Adelaide, en Australia, y autor líder del estudio, la
conexión entre la impotencia y el corazón radica en que la erección depende de
la dilatación de los vasos sanguíneos que llevan sangre al pene. Y esos vasos
sanguíneos son similares a los que llevan sangre al corazón. Una de las causas
más comunes de la impotencia es precisamente que los vasos sanguíneos no se
dilatan de la forma adecuada. Esta anomalía precoz, por otra parte, puede
conducir con el tiempo a una enfermedad cardíaca más seria.
Dice el Dr. Wittert: “Siempre
vale la pena reducir la obesidad, mejorar la nutrición y hacer más ejercicio,
en primer lugar porque la salud y el bienestar mejoran y el riesgo
cardiovascular general y el de diabetes se reducen”.
En el estudio se examinaron datos
de más de 800 hombres australianos, de 35 a 80 años al inicio del estudio,
seleccionados al azar. El período de seguimiento se prolongó por cinco años.
Para evaluar el deseo sexual de los hombres se usó un cuestionario estándar, en
el que se indagaba sobre el interés en participar en una actividad sexual con
otra persona, en una actividad sexual solo y en la falta de interés en la
intimidad sexual.
Para evaluar la disfunción
eréctil se usó un sistema estándar de puntuación. Se tomaron en cuenta factores
como presión arterial, peso, estatura, fuerza de agarre de la mano, cantidad de
grasa corporal, edad, educación, estado civil, profesión y tabaquismo. Otros
factores que se evaluaron fueron la depresión, la probabilidad de apnea
obstructiva del sueño, el uso de algunos medicamentos, la dieta, el consumo de
alcohol, la actividad física y los niveles de glucosa (azúcar) y de
triglicéridos en la sangre.
Los participantes que cambiaron
su estilo de vida y mejoraron sus hábitos de salud durante el período que duró
el estudio también tendieron a mejorar su funcionamiento sexual. Por otro lado,
también ocurrió lo contrario: los participantes cuyo estilo de vida y hábitos
de salud se deterioraron durante los cinco años que duró el estudio al final
eran más propensos a la impotencia.
A medida que el organismo va
envejeciendo, hay algunas cosas naturales que no pueden cambiarse, y ninguna
receta es tan efectiva como una modificación fundamental en el estilo de vida.
Los resultados del estudio envían un mensaje claro: no empieces por buscar una
pastilla, mejora tu estilo de vida; haz ejercicios; elimina el exceso de grasa
corporal; no fumes y no dejes de ir al médico para un chequeo. A largo plazo,
los medicamentos no son la respuesta, a no ser que se trate de los indicados
para tratar la hipertensión, el colesterol alto o la diabetes. Los medicamentos
son necesarios para los hombres que no pueden realizar por sí mismos los
cambios necesarios en su vida, pero no deben estar en la primera fila del
tratamiento.
El Dr. Wittert, por su parte, no
se opone al uso de medicamentos desde el principio para resolver el problema
inicialmente. Pero dice que entonces los pacientes deben modificar su estilo de
vida y hacer los cambios necesarios. Además, llevar una vida más saludable
puede hacer más efectivos los medicamentos y aumentar a la vez el deseo sexual.
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